Mezcla en
un bol la leche condensada, el zumo de los limones y la ralladura
de uno de ellos.
Cuando esté
bien mezclado, añade con cuidado la nata montada y remueve
hasta obtener una masa homogénea.
Coloca la
base del bizcocho en un molde alto (unos centímetros más
que el bizcocho) y cúbrelo con la masa hasta el borde.
Enfríalo,
al menos durante dos horas, en el frigorífico y desmolda.
Por último,
unta la tarta con la mermelada y decora con los gajos de limón
y de naranja, y unas hojitas de menta.